STRAKAS. HISTORIA DE UNA INFAMIA es la primera novela de de David Otero
Existe una parte importante de nuestra historia de la posguerra, que nos ha sido hurtada, que no se ha contado, la intrahistoria de este país nuestro, menos grata que la historia oficial, pero no por ello menos importante.
Quizás su conocimiento nos ayude a entender mejor lo que hoy somos, las cosas que pasan y porqué pasan.
Strakas es un joven marginal que nace en el año 1940 en una ciudad de provincia, una ciudad pequeña y endogámica, las clases sociales están perfectamente delimitadas y esos límites son infranqueables por uno y otro lado. Solamente hay una forma de trasgredir esa norma no escrita, el dinero, él abre todas las puertas que, de otro modo permanecen cerradas a cal y canto para personas como el protagonista de esta novela.
Strakas no es una lectura cómoda, hace que nos replanteemos muchas cosas que creíamos tener demasiado claras, remueve conciencias y despierta odios y simpatías a partes iguales.
Pero es real, es tangible casi y lo es porque es humano, con todo lo que eso significa, capaz de lo mejor y lo peor, algo que todos, interiormente hace que nos sintamos de alguna forma identificados con muchas de sus actitudes, con muchas de sus decisiones. Unas veces para reprobarle y condenarle, otras para sentirlo nuestro y cercano.
Esta es una novela coral, son muchos los personajes que viven en ella, que forman parte de la intrahistoria, personajes simples unos, complejos otros, personajes con los que empatizar y personajes a los que detestar.
Por sus páginas desfilan instituciones vistas desde un enfoque totalmente diferente a como las conocemos habitualmente. Algunas nos sorprenderán, otras nos harán entender mejor la realidad.
La vida y la muerte están presentes de forma permanente en sus líneas. Nada de lo que pasa en ellas nos va a dejar indiferentes y una página necesitará de la siguiente para quedar satisfecha nuestra curiosidad y eso sin solución de continuidad.
Al terminar de leerla sentiremos haber asistido como espectadores privilegiados a una parte de la historia de España que, o bien desconocíamos, o bien conocíamos a retazos.
En todo caso, les aseguro que su lectura no les dejará indiferentes y habrán pasado un buen rato, de eso estoy absolutamente seguro.
Léanla, me agradecerán el consejo.
David Otero Arias