Lunes, 20 de septiembre de 2021
Alberto Vidal | Publicado en El Correo Gallego
Es la persona más adecuada”, le sugirió // Destacó su preparación y la vía libre del partido en Pontevedra y A Coruña, así como de José Luis Baltar en Ourense
“De los políticos gallegos actuales en ejercicio, creo que Alberto Núñez Feijóo es la persona más adecuada”. Así se lo planteó sobre su sucesión a Manuel Fraga en su última legislatura como presidente de la Xunta el entonces exconselleiro Dositeo Rodríguez, una figura que fue fundamental en los ejecutivos que presidió el político de Vilalba a finales del siglo pasado.
Esa frase aparece recogida en un anexo firmado el 19 de diciembre de 2003, de sus reflexiones sobre la situación política gallega recogido en el libro Mis años con Fraga, el gobierno desde la cocina, que se presenta este lunes editado por Hércules de Ediciones.
En esa última legislatura de Fraga, Rodríguez le recomienda por escrito que siga el “modelo” del presidente de la Generalitat, entonces Jordi Pujol, que “no descuidó” en ningún momento la imagen de Artur Más en el ejercicio real del gobierno catalán “coprotagonizando ambos una sucesión tranquila y segura”.
El libro, cuyo manuscrito entregó a la editorial en enero de 2020, tres meses antes de su fallecimiento a causa del coronavirus, recoge los últimos testimonios del autor, según explica el actual presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, en la contraportada del mismo.
En el aspecto concreto relativo a la sucesión, Rodríguez invita a Manuel Fraga a que en la Xunta no siga el modelo que diseñó el popular José María Aznar cuando tras dos legislaturas optó por abandonar la Moncloa.
El entonces ya jefe de la oposición en el Concello de Santiago puso sobre la mesa los valores que encarnaba Feijóo para coger el testigo de Fraga como vicepresidente autonómico, entre ellos, “el más elemental”; es decir, que frente a la avanzada edad del León de Vilalba el dirigente nacido en Os Peares “es realmente joven”. “Aunque no trato íntimamente a Alberto, su curriculum es positivo. Funcionario de carrera (uno de los primeros de la primera oposición de la Xunta) inmediatamente fichado por Romay e hijo político suyo, maduró en el Insalud y en Correos”, abundaba en su escrito. Respecto a cómo podría ser el aterrizaje de Feijóo dentro de la formación popular, Dositeo Rodríguez no veía mayores problemas.
NINGÚN RECHAZO EN PONTEVEDRA Y A CORUÑA “En el partido no es previsible ningún rechazo ni en Pontevedra ni en A Coruña (dando por descontado su acuerdo con Mariano Rajoy)”, explicaba. “En Ourense puede ser bien recibido, por ser ourensano, un elemento no desdeñable y porque aparentemente Baltar lo ve bien”.
Rodríguez hacía ese planteamiento en el ecuador de la legislatura autonómica con la vista puesta en los comicios previstos para el año 2005 y sobre la base de que el propio Fraga abordaría esta cuestión con Rajoy, “máxime si Mariano es el próximo presidente del Gobierno” de España.
El escrito remitido al mandatario gallego a petición de éste, según especifica el autor del libro, abordaba el escenario electoral analizando asimismo la situación en la que se encontraban entonces tanto los nacionalistas como los socialistas.
NACIONALISTAS Y SOCIALISTAS “El BNG está enfrentado a la crisis interna más grave y con un riesgo de hacerse añicos si Anxo Quintana no sale elegido sucesor de (Xosé Manuel) Beiras”, apuntaba. “Si la UPG fuerza un candidato propio (léase Alfredo Suárez Canal o Miguel Anxo Fernández Lores el BNG no aguantará el tirón interno”. Ante el horizonte previo a las autonómicas al que los nacionalistas tendrían que hacer frente en los comicios generales de marzo de 2004 el apunte del exmiembro del gabinete es claro. “Los resultados en marzo de 2004 serán peores que los anteriores y ello reforzará las tensiones internas”, concluía.
Del batacazo del Bloque, advertía que el beneficiario sería el PSdeG. “(Emilio Pérez) Touriño es el principal beneficiado. Hoy el PSOE está en situación de recoger una gran parte de los descontentos del BNG (la otra parte se irá a la abstención y sólo un ínfimo porcentaje vendrá al PP) si actúa con energía y al mismo tiempo con mesura y con prudencia”, explicaba.
En todo caso, también veía contras en Touriño. “Esa mesura y prudencia son las que le faltan hoy en gran medida al candidato del PSOE, obsesionado por cubrir espacios mediáticos y por extremar sus adjetivos”.
“En su contra juega su excesiva vinculación a Rodríguez Zapatero y el que un posible descalabro de éste en marzo de 2004 puede afectarle directamente”.
Santiago. Sobre el primer Gobierno de Manuel Fraga Dositeo Rodríguez reconoce que el trabajo fue intenso entre el 17 de diciembre de 1989 y el 5 de febrero de 1990 en que toma posesión. “Tenía las manos libres” y actuó con libertad salvo en la provincia de Ourense,
En los nombramientos de los conselleiros, el excandidato a la alcaldía de Santiago recuerda en el libro –que recoge numerosas páginas de EL CORREO GALLEGO–, una “reunión muy difícil” en la entonces sede nacional , denominada la Nécora, entre el barón ourensano Victorino Núñez (integrado después en el PP al igual que su formación centristas de Ourense) y el propio Fraga.
Relata que Cuiña y Romay, como líderes del partido en Pontevedra y A Coruña eran fijos en el gabinete. Y sobre su nombramiento, reconoce que fue “rocambolesco”. Fraga le propuso ser secretario xeral de Presidencia, pero él lo rechazó y pidió ser conselleiro de Presidencia, algo a lo que el titular de la Xunta no accedió en ese momento.
Decidió irse entonces de vacaciones con su mujer a Tenerife y cuando estaba disfrutando del viaje recibió una llamada de Alfonso Vaquero para decirle que Fraga quería verlo. A su regreso acudió al despacho de Fraga, que le dijo que iba a ser conselleiro.
“¿Qué había pasado? Simplemente Xosé Cuiña no aceptaba que José Manuel Romay fuera conselleiro de Presidencia (que era la propuesta de Fraga) y si tomaba esa decisión él declinaba entrar en el Gobierno”, concluye la explicación.