Lunes, 05 de agosto de 2019
Fernando Molezún | Publicado en La Voz de Galicia
El ilustrador Enrique López presenta en la Feria del Libro su versión del mito de Hércules y Gerión
El ilustrador coruñés Enrique López ha cometido la osadía de reescribir la leyenda de Hércules y Gerión. Ha prescindido de los capítulos más violentos para crear una historia que, contando básicamente lo mismo, lanza un mensaje sustancialmente más amable sobre el origen mitológico de la Torre. Y lo ha ilustrado todo a lápiz, consiguiendo una textura y un color cálido, casi orgánico, en los dibujos de este Hércules y el gigante que se presenta en la Feria del Libro.
-¿Cómo se atrevió a cambiar una historia tan conocida por todos?
-La idea me surgió a través de mi hijo, cuando tuve que contarle esta historia. Estaba en la consulta del pediatra y allí tenían unos libros para niños. Me pidió mi hijo que le leyera uno, el de la leyenda de Hércules, y me vi en el apuro de tener que contarle, con sus cinco añitos, cómo le cortaba la cabeza a Gerión y demás. Me pareció un poco fuerte, así que quise darle una vuelta más poética, más lírica a esta historia.
-Aquí no hay tiranos sanguinarios.
-Digamos que el gigante puede que no tuviese tan malas intenciones. Que las cosas no son siempre lo que parecen y la cabeza, más que para cortarla, está para usarla. Así que Hércules termina consiguiendo un beneficio mayor que cortándole la cabeza a Gerión. Aunque en mi relato, la cabeza sigue estando bajo la Torre, pero de otra manera.
-En las ilustraciones ha optado por utilizar, tanto para el trazo como para el color, lápices. Esto ya no se ve muy a menudo…
-Es una rareza en plena era digital, sí. Es como el que decide comprarse discos en vinilo en plena época del MP3 y la música en streaming. Yo soy de la generación del 73, para mi los primeros ordenadores fueron la consola Atari y el juego ese del tenis en el que tenías un palito a cada lado de la pantalla de la tele en blanco y negro e iba rebotando la pelotita, y mi primera tablet fue el Telesketch, en el que pintabas y borrabas agitándolo boca abajo Así que para mi el lápiz siempre ha sido la herramienta más versátil y flexible. Tanto en blanco y negro como en color. Es una sensación totalmente distinta dibujar con lápiz que en una tableta. El olor del lápiz cuando lo afilas, cómo te mancha el dedo… Me hace sentir más cerca el dibujo. Hay ilustración hecha con ordenador que son auténticas maravillas, pero yo me siento más cómodo con este tipo de ilustración.
-¿Cómo fue el proceso creativo? ¿Llegaron antes las ilustraciones o la historia?
-Como la idea ya la tenía las imágenes fueron surgiendo. Lo primero que hice fue cerrar el texto. Con una libreta y una pluma, aunque después sí que lo pasé a ordenador. Pero conservo esa primera versión escrita a mano. Las imágenes fueron viniendo casi por sí solas a la cabeza. Esa es quizá la gran diferencia entre trabajar sobre un texto tuyo e ilustrar para otro, que ya tiene su historia en la cabeza con los personajes definidos, y tienes que hacerlos coincidir con lo que él piensa.
-Lo ha editado en gallego y castellano.
-Ya había trabajado en cuatro libros con Hércules de Ediciones, aunque este es el primero del que soy autor completo. Cuando entregué el anterior libro, Ring, ring… ¿quién rima?, que era un libro de poesía para niños, le comenté a la editora, Laura Rodríguez Herrera, que tenía en mente una versión distinta de la leyenda de Hércules. Con el tiempo se puso en contacto conmigo para decirme que quería ir adelante con el proyecto, aprovechando además que este año se conmemoraba el décimo aniversario de la Torre como Patrimonio de la Humanidad.
Presentación y firma de ejemplares. Enrique López presenta Hércules e o xigante. Unha torre de lenda esta tarde, a las 19.45, en la carpa infantil de la Feria del Libro, y estará firmando ejemplares mañana a las 19.30 horas en la caseta de Hércules de Ediciones.
«Leerle un cuento a alguien es un acto de amor muy grande»
En los últimos años ha habido un fenómeno alrededor de los libros ilustrados, principalmente los destinados al público infantil. Ediciones cada vez más cuidadas y lujosas -que terminan por convertirse en objeto de deseo también para lectores adultos- han propiciado que se convierta en un segmento editorial al alza.
-Creo no ser el único adulto que aprovecha el tener hijos para comprarse todo cuanto libro ilustrado sale al mercado.
-Eso es muy cierto. Creo que quizá con la aparición del libro electrónico lo que era la edición de bolsillo se ha visto muy afectada. Pero este tipo de ediciones de libro ilustrado no tienen tanta cabida ahí. Para mi, desde luego, es algo insustituible. Las editoriales se están volcando en cuidar este tipo de ediciones porque es un mercado que todavía no tiene competencia en el formato electrónico.
-¿Y cree que esto va a durar o ve cercana la absorción del libro ilustrado por los formatos digitales?
-Yo creo -y espero- que durará todavía mucho tiempo. Más me vale. [Ríe]. Es una forma que me parece enormemente interesante de fomentar la lectura en los pequeños y, de paso, alejarlos un poco de las pantallas, que en el día a día ya están rodeados de tabletas, teléfonos y televisores a todas horas.
-Supongo que son todas vías válidas de contar historias si se usan bien.
-Sin duda, pero te pongo el ejemplo de mi hijo, que ya sabe leer, pero que aún así cuando se va a la cama me sigue pidiendo que le lea yo un cuento. Y eso es algo que también yo disfruto. Leerle a alguien un cuento es, como dice una amiga mía, un acto de amor muy grande. Es algo precioso y que espero que no desaparezca.