Jueves, 22 de noviembre de 2018
Francisco Albo | Publicado en La Voz de Galicia
En la librería monfortina Agrasar se presentará el sábado -a las 12.00 horas- el libro infantil ¿A manchas o rayas?, de Estefanía Padullés, recién publicado por Hércules de Ediciones. El acto comprenderá un taller de dibujo. Natural de la provincia de Barcelona, la autora vive desde hace seis años en Paradela.
-¿De que trata este libro?
-Es la historia de unos animales de piel manchada que viven en una selva y otros de piel rayada que viven en la selva de enfrente. Se temen entre ellos, pero al conocerse se dan cuenta de que no había motivo para eso y que no tenía ningún sentido. Me preocupa esa temática, el racismo y el rechazo a lo diferente, pero en mis libros lo que intento siempre es contar aventuras simplemente para que los niños disfruten, sin moralejas ni aprendizajes.
-¿Pero intenta también transmitir mensajes?
-Mis libros tienen mensajes, pero son más para los padres que para los niños. En cuanto a los niños, lo que pretendo es que las historias les gusten y que se lo pasen bien. Pero a la vez intento proporcionar a los padres una herramienta para transmitir valores y ayudar al aprendizaje. Por ejemplo, mi primer libro, El deseo del gato Klops, aborda cuestiones como la autoestima y el consumismo. Mi anterior obra, Max y Lea, habla de cómo vencer el miedo a la oscuridad. Pero ya digo que lo que busco ante todo es que los libros resulten atrayentes para los niños. Y también que se aficionen a la lectura y se hagan lectores. A mí la lectura me influyó muchísimo y me dio capacidades como persona, y quiero ayudar a que también sea importante para los demás.
-¿Cómo se plantea la relación entre la imagen y el texto, siendo a la vez escritora e ilustradora?
-Cada autor tiene su propio método, pero en mi caso lo primero que surge siempre son los dibujos. Primero me pongo a dibujar algo que me atrae o me apetece. En el caso de este último libro, quería dibujar selvas y leopardos. Me pongo a dibujar y a medida que lo hago, los dibujos me sugieren las historias y las voy escribiendo. El punto de partida son siempre los dibujos y lo textos van apareciendo después. Para los dibujos suelo utilizar lápices acuarelables y acuarelas. Lo hago todo a mano. Intenté utilizar herramientas digitales, porque es más cómodo y más moderno, pero no me acabaron de transmitir lo que buscaba.
-¿Qué le llevó a dedicarse a la literatura infantil y a la ilustración?
-Empecé a dedicarme a esto cuando me vine a vivir a Galicia. Yo me formé como bióloga, pero en determinado momento busqué un cambio de vida y quise instalarme en un entorno rural. Escogí Paradela porque me atrajo mucho el paisaje, no por tener aquí raíces familiares. Al cambiar de lugar de residencia cambié también de ocupación y me interesó dedicarme a dibujar y escribir para niños. Siempre estuve dibujando, pero no le veía muchas salidas, a no ser para realizar ilustraciones científicas. Después descubrí los álbumes ilustrados, me pareció que tenían muchas posibilidades expresivas y decidí probar.
-¿Hay otros autores de este tipo de literatura que le sirvan como referente?
-En cuanto al dibujo, me atraen especialmente los trabajos de la artista francesa Rébecca Dautremer, que ha ilustrado Alicia en el país de las maravillas y otras obras. Me gusta muchísimo cómo trata los colores. Como autores de textos, me interesa mucho el diálogo con los niños que llevan a cabo escritores como Roald Dahl o Michael Ende.