Domingo, 06 de septiembre de 2020
Laura López | Publicado en La Voz de Galicia
La escritora e ilustradora catalana acaba de publicar el álbum ilustrado «Leopoldo, el pequeño monstruo», para fomentar el respeto a la diversidad
Hace seis años que Estefanía Padullés cambió la biología por la literatura infantil y la ilustración, y la reserva zoológica de Almería donde trabajaba, por el campo y los bosques de la aldea de Bariz, en el municipio de Paradela. Allí se instaló esta amante de la naturaleza, de origen catalán, y comenzó un nuevo proyecto de vida y laboral, con el que está cosechando grandes éxitos y muchas satisfacciones.
Ahora acaba de publicar su quinto álbum ilustrado infantil -además de otros trabajos y colaboraciones-, Leopoldo, el pequeño monstruo (Hércules de Ediciones, 2020), que busca transmitir a los más pequeños que todos somos diferentes, pero únicos, resaltando mediante sus entrañables y coloristas ilustraciones valores tan importantes como el respeto a la diversidad o la integración. Esta es la primera obra que la editorial coruñesa publica en catalán, además de estar disponible también en castellano y en gallego, como todos los libros infantiles editados por Hércules.
-¿Busca siempre historias con mensaje?
-El mensaje no es lo primero que busco, sino llamar la atención de los niños, de ahí que dedique mucho trabajo al dibujo. Lo principal para mí es que guste a los niños.
-¿Qué realiza primero: el texto o el dibujo?
-En mi caso, el dibujo. Primero pienso en un personaje o incluso en unos colores, y de ahí surge la historia. Y lo hago todo a mano, soy muy analógica [Risas]. He intentado hacerlo con ordenador, pero me estropeaba mucho la creatividad, así que me he aceptado a mí misma y lo hago así.
-¿Cómo empezó en la literatura?
-Me gusta mucho dibujar y descubrí el mundo del álbum ilustrado, y me encantó; es como una pequeña obra de arte, con dibujos muy cuidados.
-¿El público infantil es siempre el destinatario?
-Siempre escribo para público infantil, aunque ahora estoy empezando a hacerlo para niños más mayores, por lo que los libros contarán con más texto. Me siento muy cómoda con el público infantil, están siempre al 100%, me hace mucha ilusión cuando llegan con el libro hecho polvo y me lo dan para firmar. Este año está siendo complicado para los autores, pero yo sigo yendo a ferias, este es un sector que cumple todos los protocolos sanitarios.
-¿Y cómo llegó a Paradela sin tener vínculos con Galicia?
-Buscaba un lugar en el que tener calidad de vida, con naturaleza, bosque… y me llamaba la atención Galicia por eso, por su entorno. No pude elegir mejor, estoy encantada con los paisajes, la gente es súper amable, me siento muy querida y puedo desarrollar mi carrera. Empecé a publicar con Hércules y estoy encantada.
-¿Cómo solventa los problemas de cobertura en el rural?
-En Paradela me inspiro más, y eso compensa cualquier problema de conexión. A mí me cuenta más la inspiración, el campo, el bosque… porque aquí me relajo más y me surgen más ideas. Lo de las malas conexiones lo arreglo acercándome a la biblioteca o a otros lugares con mejor cobertura.
-¿No echa de menos la biología?
-Sigo algo vinculada a la biología, pero en estas profesiones tan vocacionales, como la biología o la enfermería, llega un momento en que emocionalmente te implicas mucho. Además, en España es complicado ejercer la biología.
«Que un monstruo se burle de otro por su aspecto físico es bastante ridículo y chocante»
La historia de Leopoldo, el pequeño monstruo, refleja las inquietudes del monstruo más pequeño de la clase, llamado Leopoldo, que siempre está soportando las burlas de sus compañeros, y por eso no le gusta ir al colegio. Pero, un día, su tío Evaristo consigue que Leopoldo cambie de opinión después de mostrarle las ventajas de ser pequeño.
—Se trata de un álbum ilustrado sobre monstruos, en el que trato el tema del acoso y de la autoestima a través de la diferencia. La verdad es que tenía muchas ganas de dibujar monstruos, era algo que me divertía hacer, y son personajes que les gustan mucho a los niños, como los dinosaurios, que también tienen mucho éxito. Además, pensar en la idea de que unos monstruos se burlen de otro monstruo por su aspecto físico me parecía bastante ridículo y chocante. El protagonista es Leopoldo, que es el monstruo más pequeño de la clase, pero en la historia se le da la vuelta y se muestra que ser el más pequeño también tiene sus ventajas.
—¿Por qué eligió el tema del acoso?
—Cuando decido los temas a tratar, pienso en lo que me preocupaba a mí de pequeña, y hay problemas que se repiten constantemente, como el acoso, el miedo… Tratar la autoestima para mí es fundamental, porque así evitaremos el acoso y también los acosadores. Pero el mensaje llega siempre de manera sencilla, son libros muy cortos, como una fábula. La verdad es que los niños lo ven clarísimo, el problema es que a veces nos estropeamos de adultos.
Sobre la autora
Estefanía Padullés. Nacida en el Pirineo catalán y licenciada en Biologi?a por la Universidad de Barcelona, Estefanía Padullés inició su carrera literaria después de mudarse a Galicia, en concreto vive en Paradela (Lugo). A lo largo de los últimos años, se ha convertido en una referencia en literatura infantil después de publicar obras como «El deseo del gato Klops», «La canción del sol», «Max y Lea», «¿A manchas o a rayas?» y «Leopoldo, el pequeño monstruo», su creación más reciente.